sábado, 12 de mayo de 2012

Tu sangre por mi tripa.


Ojalá pudiera decirte algo. Alguna tontería de esas que te hagan sonreír como un idiota. Pero no encuentro nada que sea capaz de acercarse a lo que siento. Podría decirte cualquier cosa, y nunca sería capaz de decírtelo todo. Soy un manojo de nervios, no tengo pedal de freno o no funciona. Yo cambio, me muevo gracias a tí. No sé lo que va a pasar. Pero ahora mismo daría la mitad de los años que me quedan por verte sonreír, como solo tú sabes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario